miércoles, 22 de abril de 2020

DÍA DEL LIBRO

Libros y arco iris ilustración del vector. Ilustración de símbolo ...

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Hoy jueves 23 de Abril, es el Día del Libro, como sabéis este año toca celebrarlo " Quedándote en casa", por ello os mando unas propuestas amenas, para que leáis o también os las pueden leer a los más pequeños.


Quédate en casa (y pásalo bien)
EN MOVIMIENTO
          

AHORA OS DEJO UNOS CUENTOS ( Motores), EN LOS QUE TENDRÉIS QUE HACER LOS GESTOS,SONIDOS O POSTURAS QUE SE NOMBRAN (están de otro color)


Los animales de la granja (3 AÑOS)

granja

Había una vez un hombre que vivía en una granja. Todos los días se levantaba muy temprano (Bostezar como sí nos estuviéramos levantando). Siempre lo hacía cuando cantaba su gallo Kiriko (kíkiríki, kíkíríkííiíí, …. ). Luego se lavaba y después desayunaba leche y unas tostadas de pan muy ricas (Abrir y cerrar la boca primero despacio y después rápido, aumm, aumm,…. imitando comer). Seguidamente, se iba a cuidar a los animales. Primero limpiaba las cuadras donde estaban, y lo hacía cantando (lalalala, lalala lalalala lale, lalalala lá lalalali,…. se pueden seguir inventando diferentes ritmos).Todos los animales estaban muy contentos porque veían que el granjero estaba contento y lo dejaba todo muy limpio para que ellos estuvieran a gusto. Después de haberlo limpiado todo, empezaba a dar palmadas (distintos ritmos de palmadas), diciendo:
– Todos a comer.
Y todos los animales se relamen, porque ya tenían hambre (mover la lengua de un lado para otro pasándola por los labios de arriba y luego por los de abajo, despacio y rápido. Luego apretar los labios uuummmm, uum, uumm, … ) y se preparaban para recibir la comida.
El granjero empezó a darle de comer a las gallinas:
– Hola gallinitas, (pita, pita, pita, pita, piíita,….)Las gallinas lo recibían muy contentas (cooooco, cococoooooco, ….) y los pollitos también (pío pío píooo…) y empezaban a picar el trigo que les echaba.
Después siguió con los patos:
– Hola patitos, y silbaba para llamarlos (intentar silbar varias veces, aunque solo salga el soplo).Los patitos acudían rápidos (cuaca, cuaca, cuaaa…) y comenzaban a comer.
Luego se iba a donde estaban otros animales, la vaca, el cerdo, las ovejas y las cabras, a los que también saludaba.
-Hola, hola, (Hacemos participar a los niños para que digan varias veces el saludo, para que les puedan contestar los animales).Y todos los animales contestaban alegres (la vaca: muuu, muuu, muuu,…. el cerdo: oinnn oiíinnn oíiínnn,…. las cabras y las ovejas: beeee, beeee, beeee, …. ) y se pusieron a comer.
Por último acudió corriendo su caballo (tocotoc, tocotoc, tocotoc,..) y también los conejos, porque ellos también querían comer. Y cuando les dio la comida, empezaron a mover su boca (movimiento de labios cerrados, abiertos, lento, y algo más rápidos), y allí se quedaron todos.
El granjero, cuando acabó la tarea, se fue a su casa a comer y a descansar un poco.
Cuando llegó la tarde fue al campo con su perro, los dos iban muy alegres; el granjero cantando (lalala lá, lalala lala lala la,….) y el perro lo acompañaba (guauu, guauu, guau guau guauuu,…).Iban alegres porque tenían que cortar hierba para que los animales de la granja, tuvieran comida al día siguiente.
Cuando acabaron volvieron a la granja igual de contentos (repetir lo anterior, si se quiere con otros ritmos).Al final del día se fueron a cenar, y después a dormir (Inspirar por la nariz y echar el aire por la boca, como haciendo el dormido).Todos los animales de la granja, también dormían felices, porque tenían un granjero que los cuidaba muy bien, y por eso lo querían mucho.
Por eso, siempre que se cuida bien a los animales, nos querrán mucho.
Colorín, colorado,….



El payaso risitas (4 AÑOS)

payasoHabía una vez un payaso que no sabía reír y además cuando salía en el circo tampoco hacía gracia a los niños que iban a verlo.
El payaso estaba muy triste (Poner cara triste, apretando labios suavemente y entornando los ojos). Pero un dio cuando estaba medio dormido y pensando qué hacer para no estar triste y hacer reír a los demás, apareció su hada madrina, y le preguntó:
– ¿Qué te pasa?.
– Pues que cuando salgo al circo y hago la función, nadie se ríe. Vamos, no me río ni yo. Mira no se me mueve ninguna parte de mi cara, ni puedo levantar ni brazos ni pies, de triste que estoy.
– Bueno esto se va a solucionar muy pronto.
Entonces, sacó su varita mágica, y dijo unas palabras:
– Pata tááá pata tííí todo el mundo a reír. (Repetir).– ¿Ya está?, preguntó el payaso.
– Ya está,- le contestó -; en la próxima función, lo veremos.
Pero antes tengo que comprobar si tienes preparado la cara y todo el cuerpo para hacer reír a la gente. Tienes que moverlo todo, y entonces seguro que harás reír a todos y tú también te reirás y estarás alegre. Yo te acompañaré. (Los niños acompañan todos los movimientos para ayudar al payaso).Y así lo hizo:
(Empezó a mover los ojos, abriendo y cerrando los dos a la vez, uno y otro alternando). (Luego continuo con los labios, haciendo pedorretas, juntándolos y separándolos sin hacer y después haciendo ruido, poniéndolo uno encima de otro, poniéndose serio y con sonrisa).El payaso, cada vez se iba poniendo más contento, porque cada vez movía más y mejor las partes de la cara. Siguió con la lengua (moviéndola de un lado para otro, de arriba a abajo, intentando tocar la nariz, dentro y fuera, paseándola por los dientes, rápido y lento).Después hizo como si fuese a inflar un globo (tomaba aire por la nariz y soplaba suave por la boca, después más fuerte para inflarlo mejor, incluso soplaba tres veces seguidas).Todo iba saliendo muy bien y seguía más animado.
(Luego empezó a repetir palabras acompañado de palmadas: pa-lo, pa-ta-ta, so-pa, mo-no, ca-fé, si-lla, ven-ta-na, ni-ño, pozo, de-do,… Siguió diciendo expresiones inventándose diferentes ritmos: ooooeeeee, hooolaaa, hola holaaaa., aíi, aíiiíí, aíiíí, eoo, eoo eooooo)Cuando el payaso vio que todo le había salido estupendamente sonrió y le dio las gracias a su hada madrina, y se despidió de ella:
– ¡Adiós, adiós, muchas gracias!.
Entonces el payaso actuó al día siguiente y mucho mas días, y todos reían con las cosas que hacía (jajaja ja, jejejeje, jijijíji, jojojojojo, jujujuju)Nunca más estuvo triste, y siempre estaba alegre y riendo.
Desde entonces le llamaban el payaso risitas.
Por eso siempre debemos intentar estar alegres y contentos, para que los demás también lo estén.
Colorín, colorado,….


  

El niño que no sabía comer (3-4-5 años)

niño comiendoHabía una vez un niño que todos los días al levantarse (abrir la boca como sí nos estuviéramos desperezando, inspirar por la nariz y echar el aire por la boca diciendo aaahhhh) iba a desayunar. Para beber la leche no apretaba los labios y se le caía casi toda (abrir y cerrar los labios de forma relajada, para beber), y algunas veces hacia pedorretas y aún se le caía más (Inspirar por la nariz y soplar haciendo pedorretas con los labios), y las tostadas se las comia con la boca abierta y se le caían todas las migajas por el cuerpo (Hacer como que estamos comiendo con la boca abierta).Después, cuando le tocaba la hora de la comida, le pasaba algo parecido. Empezaba a comer la sopa y hacia mucho ruido.
Primero soplaba fuerte para enfriarla y derramaba mucha (Inspirar por la nariz y soplar fuerte por la boca, varias veces), y luego metía la boca en el plato y daba grandes sorbetones, haciendo bastante ruido (Tomar aire por la boca como si estuviéramos absorbiendo la sopa).Para comerse un filete con patatas, lo cogió con la mano y lo metió en la boca, (moviéndola de un lado para otro, de arriba a abajo, abriéndola mucho y muy rápido). Parecía un animal hambriento.
Por la noche se comía una copa de nata con chocolate, y no veas cómo se ponía la cara y toda la ropa. (Sacaba la lengua mucho y la movía rápidamente de un lado para otro, hacia arriba, hacia abajo, pasándola por los labios). Más que un niño parecía un cerdo o un caballo, con esa lengua tan grande.
Pero una noche, pasó algo sorprendente, estupendo. Cuando estaba el niño durmiendo (Inspirar por la nariz y echar aire por la boca suavemente), apareció un duende, que tenía poderes mágicos, y le dijo unas palabras contando: (- Lalaliií, lalalaaa, mañana comerás, – Lalaliíí, lalaleee, mañana comerás bien, Y así lo repitió varias veces.)Entonces al día siguiente cuando se despertó (Inspirar por la nariz y echar el aire por la boca, desperezándose, diciendo aaahhh), se fue a desayunar, y se bebió la leche sin caerse una gota (glu glu glu…), las tostadas se las comió estupendamente (moviendo la boca cerrada de un lado para otro y suavemente). Su familia estaba sorprendida, de lo bien que había desayunado. Pero cuando llegó la comida, aun se quedaron más sorprendidos, porque comió mejor todavía con cuchillo y tenedor y moviendo la boca muy bien (hacer esto último), y no se le caía nada a la ropa, ni al suelo.
Con la copa de nata y chocolate que se comió de postre, no se manchó nada. (Sacar la lengua moviéndola despacio, de un lado para otro y juntando los labios uno sobre otro saboreando la copa, uuuhhmmm).Todo lo hizo muy bien. Todos estaban tan contentos, que aplaudieron (palmadas con ritmo dirigidos).A partir de ese día siempre comió muy bien.
Por eso, el que come bien y con educación, será un campeón.

¡HE AQUÍ EL DOMADOR! (3-4-5 años)

HE AQUÍ EL DOMADOR


Érase una vez un niño que se llamaba(decir todos los nombres de los que estáis en casa)) y que tenía vuestra edad, más o menos. A este niño, desde que nació, desde que era pequeñito pequeñito y estaba en la barriga de su mamá, (nos agachamos y nos tumbamos simulándolo) le gustaba jugar a ser animales. A veces hacía que era un gato (miau…miau…) e iba dando zarpazos; otras veces, pensaba que era un perro (guau…guau…), incluso hacía pis como ellos. También le gustaba volar como los pájaros y arrastrarse como las serpientes. ¡Y como los caracoles!, como los caracoles también, aunque eran muy lentos. (imitamos la forma de moverse y comunicarse de todos los animales)Pero los animales que más le gustaban del mundo… eran los leones (grrrrr…..). Como corrían y saltaban de un lado para otro, como se ponían a dos patas y volvían a correr. Pero sobretodo le gustaba como gruñían (nos convertimos en fieros leones).

Un día, este niño estaba con su mamá viendo la televisión, se estaba quedando dormido: bostezaba, se estiraba y se acurrucaba…cuando…¡de repente! (hacemos como si nos estuviéramos quedando dormidos) Oyó: ¡CIRCO, CIRCO! ¡VEN AL CIRCO Y DISFRUTA CON NUESTRO DOMADOR DE LEONES! ¡EL INCREIBLE, EL MÁS VALIENTE! ¡CIRCO, CIRCO!
El niño se levantó, gritó y saltó de alegría por toda la casa; cogió a su madre de la mano y se la llevó tirando hasta un asiento en la primera fila del circo, donde se sentaron a observar muy contentos (hacemos lo que nos índica el párrafo imaginándonos que llevamos a nuestra mamá de la mano).
En ese mismo instante, apareció el domador con su aro y su látigo. Tiraba el aro hacia arriba y lo volvía a coger, a veces se agachaba, lo tiraba y lo recogía. Así hasta 5 veces. Daba latigazos al suelo (zas, zas, zas…) ¡e incluso lo usaba para saltar a la comba! ¡Era espectacular! (realizamos las diferentes acciones).
El domador estaba muy emocionado con su actuación; tanto, que no se dio cuenta de que un león se había escapado de su jaula y sigiloso, muy despacio y en silencio, con la boca abierta… se acercaba hacia él (en este caso hacemos como si fuésemos el león y nos comportamos acechantes)
Nuestro niño lo vio y sin dudarlo ni un momento, saltó de su asiento, se puso delante del domador y … armado de valor, miró a los ojos al león, levantó un dedo y dijo: ¡QUIETO! (imitamos al niño). El silencio reinaba en el circo. ¿Qué pasará? Se preguntaban todos. El león cerró la boca y se sentó al lado de nuestro niño. Quieto, tranquilo y con la boca cerrada. Todo el mundo aplaudió y vitoreó a nuestro héroe. Entonces, el domador, que estaba muy asustado, se quitó su traje, lo dejó en el suelo y se fue. Nuestro niño, lo recogió: se puso los pantalones, la camisa, la pajarita, y la chaqueta (hacemos como que nos vestimos). Cogió el aro y el látigo y desde entonces ha sido el mejor domador de leones del mundo. ¡Ah! ¡Hasta se dejó bigote! Ha pasado un poco el tiempo y se ha hecho mayor pero… ¿Lo queréis conocer?

LA CAZA DE LOS INDIOS
(5 AÑOS)
imagenes infantiles - Ana Cecilia Chaverri - Álbumes web de Picasa ...
Para este cuento, tendremos que preparar a los niños y niñas como si fuesen auténticos indios, pintándoles la cara y poniéndoles una cinta con una pluma en la cabeza.

El cuento tendrá lugar en casa, 
donde se sentarán en círculo. Son de la tribu Kaffuti y ese es su campamento. Empezarán cantando la siguiente canción, que acompañarán con gestos:
Una mañana muy temprano, un grupo de indios se fueron de caza. Y antes de partir, todos en el poblado bailaron la danza del venado, que era una danza para tener buena suerte.

“Nos gusta reír, nos gusta cantar y bailar, pero lo que más nos gusta es cazar el venado”.
Los indios prepararon su arco y sus flechas, cogieron sus caballos y formando una fila india llegaron al bosque.(Nos levantamos, preparamos arco y flechas por medio de gestos y en fila imitaremos el movimiento de ir a caballo).

Tomaron el camino de la derecha, iban rodeando los árboles y escuchando atentamente los ruidos que llegaban a sus oídos. (El bosque estará formado por cojines y sillas. Rodear árboles equivaldrá a rodear sillas con gestos de escuchar atentamente cualquier ruido del bosque. Mantener una actitud vigilante, escondiéndonos entre los árboles, para que no nos oigan)
Poco después llegaron a una zona montañosa. Antes de comenzar a escalar dejaron sus caballos atados a un árbol. Subieron una montaña, luego otra hasta llegar a un río. (Las montañas podrán ser sillas y bancos colocados estratégicamente para poder trepar. También pueden utilizarse los toboganes de plástico).

Varias canoas les estaba esperando. Se subieron a ellas y todos se pusieron a remar (dos golpes a un lado y dos al otro).
Pronto llegaron a las verdes praderas y echaron su cuerpo a tierra para que los animales no les vieran. Avanzaron arrastrándose durante un rato hasta que llegaron a una cueva.
(A continuación estará el río con sus canoas: cojines  colocados en fila. Se sentarán en ellos y remarán . Una alfombra o colchoneta delimitará el espacio destinado a las verdes praderas. Los niños reptarán sobre ella).
Parecía la guarida de un oso. Entraron con sus arcos y flechas preparados, pero no vieron ningún oso dentro. (La cueva estará elaborada con varias cajas, tapadas con una tela. A un lado quedará una abertura para entrar y salir. Entrará un grupo de exploradores que llevarán un distintivo).
No consiguieron cazar nada en todo el día así que decidieron volver andando al poblado. (Finalizar el  andando y regresar al centro donde está el poblado).

Al llegar allí volvieron a bailar de nuevo la danza del venado. Seguro que así tendrían más suerte al día siguiente. (Hacemos un círculo, comentamos las incidencias de la aventura. El jefe indio propone bailar de nuevo la danza del venado; siempre trae buena suerte).

Después, al llegar de noche, se metieron en sus sacos y durmieron alrededor del fuego. (Tumbados en el suelo, los papeles de periódico serán nuestros sacos de dormir. Después nos dormimos alrededor del fuego: papeles y bloques).

EL MAGO PINCELÍN (3-4-5 años)

EL MAGO PINCELÍN :: ¡A MOVER EL ESQUELETO!
¿Queréis conocer la historia del Mago Pincelín?
El Mago Pincelín vive en lo alto de una colina, para llegar a su castillo hay que subir muchísimas escaleras, pero muchas, muchas de verdad. Cuando los niños querían ir a verle a su casa para que les enseñara sus trucos, primero tenían que subir 3 escaleras (los niños simulas subirlas) Pero cuando las subían allí sólo había unas estatuas señalando las siguientes escaleras (quietos como estatuas) Después tenían que subir 4 escaleras, pero cuando llegaban arriba, todo estaba lleno de saltamontes que, saltando y saltando les llevaban hasta las siguientes 5 escaleras, pero allí sólo había un río, que tenían que atravesar saltando entre piedritas (baldosas) y así llegaban hasta las últimas 6 escaleras, y cuando las subían todo estaba lleno de globos de colores que tenían que explotar con el culete si querían ver la entrada del enorme castillo. (El castillo lo podemos crear con varias cajas o delimitando un espacio con tiza)
Tan alta, tan alta estaba la colina en la que vivía el Mago Pincelín, que cuando los niños llegaban hasta la puerta de su castillo, estaban ya tan cansados que cuando entraban se quedaban dormiditos en el suelo y no podían jugar con él.
Así que el Mago Pincelín, cansado de no poder jugar con nadie y de no poder mostrar sus fabulosos trucos de magia a los niños, decidió bajar de su colina, pero no creáis que tuvo que bajar todas esas escaleras no, se montó en su escoba mágica y bajó en un santiamén (con una escoba simulamos volar en nuestras escobas mágicas)
Cuando llegó al final de la colina, se puso a buscar niños y niñas para enseñarles sus trucos de magia, pero en la calle no había nadie, y no sabía dónde buscar ¿dónde creéis vosotros que podría encontrar niños?
Fue al colegio, pero allí no había nadie, ni siquiera estaban las puertas abiertas, siguió andando y llegó hasta un parque, pero lo columpios estaban vacíos, tampoco allí vio a ningún niño. Así que siguió andando y llegó hasta una biblioteca, pero allí tampoco había ningún niño leyendo cuentos. Y cuando salió de biblioteca se empezó a escuchar una música muy bajita (ponemos música de circo muy bajita) no sabía de dónde provenía ese sonido, así que siguió andando y la música se empezó a oír más fuerte, caminó un poco más y la música se oía ya estupendamente, así que se puso a bailar. Bailó, bailó y bailó, pero no sabía qué tipo de música era aquella… ¿Sabéis vosotros dónde se oye esta música?
¡Exacto!, era la música de un Gran Circo, y mientras bailaba se fue acercando a él, y se dio cuenta de que por eso no había niños y niñas en ningún sitio, ¡Todos estaban en aquel circo!
Así que nuestro mago tuvo una gran idea, podría hacer sus maravillosos trucos en aquel circo, para que todos los niños de todas las ciudades pudieran verlos.
Cuando entró en el circo empezó a dar vueltas por el escenario hasta que encontró a alguien que trabajara allí, y no fue hasta que dio tres vueltas que encontró al payaso _______. Entonces le dijo que quería trabajar en el circo, pero el payaso le pidió que le hiciera un truco de magia para ver si de verdad era muy buen mago.
El Mago Pincelín no dudó ni un instante e hizo un truco fenomenal, cogió su varita mágica y cada vez que decía las palabras La magia de Pincelín acaba de llegar y movía su varita mágica, todos los niños y niñas del circo empezaban a correr en todas las direcciones, hasta que decía las palabras mágicas La magia de Pincelín se va a acabar y entonces todos los niños y niñas se quedaban sentados en sus asientos.
Los artistas del Circo se quedaron impresionados y decidieron que a partir de aquel día nuestro Mago actuaría siempre con ellos.
El Mago Pincelín se fue muy contento a la cama (los niños se tumban –relajación-) y pensando en todos los trucos que iba a poder enseñar a los niños a partir de ahora, se quedo dormidito hasta el día siguiente.


ESTE ES UN CUENTO MUSICAL,¿ POR QUÈ SE CREARON LOS INSTRUMENTOS?


RETAHILAS PARA TODOS
A continuación os dejo unas retahílas que se suelen utilizar, para sortear quien empieza a jugar. Las retahílas son juegos de palabras generalmente en forma de rima y que forman parte de la literatura infantil y del folkloe popular.













LAS RIMAS TAMBIÉN PUEDEN APARECER EN LOS CUENTOS EN ESTE CASO ES EL DE CAPERUCITA, escucharlo y lo comprobáis:




Y POR ÚLTIMO ALGÚN VÍDEO EN EL QUE PODÉIS PRACTICAR TODOS





¡ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO ¡¡UN FUERTE ABRAZO!

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